Paso de Misterio. 2ª Etapa

El 1 de agosto de 1945 se firma un contrato por el cual Martínez Cerrillo se compromete a entregar ocho días antes del Miércoles Santo del siguiente año «un trono para el Santísimo Cristo».

Se detalla que el mismo «será de madera tallada, imitando caoba, en oro fino, entrefino y plata, de cuatro metros cuarenta de largo por dos metros y cuarenta centímetros de ancho…» así como «un grupo escultórico de tres figuras…de las llamadas de maniquí, vestidas por el escultor…con trajes de la época y visión artística«.

Martínez Cerrillo ideó para el Señor un misterio compuesto por un sayón, que se situaría agachado delante del Él; un soldado romano, que le despoja de su túnica mientras lo sujeta con una cuerda y una imagen de Simón de Cirene, que deja la cruz en el suelo en la parte trasera. Cuentan que estas figuras se realizaron en cartón piedra.  El Titular, que se elevaba ligeramente sobre el resto, siendo Él quien tenía que destacar en el paso sobre el resto de figuras que se consideran un mero instrumento. Idea que quizá choca con la concepción actual de paso de misterio. Por este trabajo importó la cantidad de 29.081,50 pesetas, cantidad que fue sufragada por un grupo de donantes. En la imagen se muestra este paso en su salida de la Iglesia de la Merced.

Durante un corto período de tiempo estuvo procesionando el primer misterio que estrenó la Cofradía en 1946. A lo largo de la década de los cincuenta hasta 1974 en que se estrenó el Cirineo y el nuevo paso, el Señor salió solo en el paso, con la cruz apoyada en el suelo que simbolizaba la llegada al Calvario.

Paso de Misterio estrenado en 1946

En la imagen se muestra a Ntro. Padre Jesús de la Humildad sobre el paso estrenado en 1946. Era un paso sencillo, que mezclaba las partes en color caoba lisas con carnosas tallas de roleos doradas. En la parte central de cada costero de la canastilla figuraban los Evangelistas y en sus respiraderos cabezas de querubines. La iluminación, también modesta, se componía de cuatro hachones que se situaban hacia el interior del paso, ocupando las esquinas grandes ánforas elevadas que durante muchos años se adornaban con cientos de tulipanes rojos traídos expresamente de Holanda para el Miércoles Santo. 

Como se ha comentado anteriormente, las primeras figuras fueron realizadas en cartón piedra por lo que el deterioro, imaginamos que acelerado por las ocasiones en que la lluvia sorprendió al cortejo en la calle, obligó a la Hermandad a desprenderse de ellas. Los recursos eran limitados y hasta la década de los setenta, y luego en la de los ochenta, no se pudo afrontar la realización de unas nuevas.

Paso de misterio estrenado en 1946 en su salida desde Palacio de la Merced