Años 70

A los proyectos avanzados del mandato de Pastor, se unirían los importantes y novedosos de don José Gálvez Galocha, Hermano Mayor de la Hermandad de la Paz desde 1971 a 1982, doce años de intensa actividad cofrade en el seno de la Hermandad. El 24 de Enero de 1972, monseñor José María Cirarda Lachiondo, Obispo de la Diócesis de Córdoba, bendecía las Capillas del Señor y la Virgen.

 Los primeros pasos de esta nueva Junta de Gobierno dieron lugar a la constitución de la Sección Juvenil de la Hermandad, semilla del actual Grupo Joven, en mayo de 1972, que llevaría a cabo una intensa actividad cofrade y hospitalaria en la Ciudad. Seguidamente, en 1973, se llevaron a cabo los pasos oportunos para tener disponible en la Semana Santa de 1974 de un nuevo Paso de Misterio para el Señor de la Humildad. Terminaría el primer mandato don José Gálvez con la adquisición de una Cruz de Guía, realizada por Juan Fernández en alpaca plateada (1974) y la localización de una nueva Casa de Hermandad en el número cuatro de la calle Bailío (actual calle de Nuestra Señora).

 El comienzo del segundo mandato, consecutivo en este caso, del Hermano Mayor José Gálvez Galocha, viene con una profunda reforma en los Estatutos de la Hermandad, adaptándose los mismos al Concilio Vaticano II. De cara a la Estación de Penitencia, se dan los primeros pasos para configurar el actual Paso de Palio de Nuestra Señora: se estrena una nueva mesa y se realizan unos nuevos respiraderos en alpaca plateada en los talleres sevillanos de Villarreal, estreno del año 1977. Ese año la Hermandad decide obsequiar a la Santísima Virgen con una corona que representa el cariño materno de todos sus hijos y devotos. Para tal echo se celebra en la Iglesia Conventual del Santo Ángel una Coronación Eclesiástica, con fecha de 23 de enero.

 En los años venideros, pese a las dificultades económicas pero gracias a colaboraciones empresariales, se completa la segunda fase del nuevo Paso de Palio, recayendo las labores finales de orfebrería en los talleres de Manuel de los Ríos, quedando en la Semana Santa de 1979 completadas las piezas de alpaca, a falta de la candelería.

 A finales de ese año, se pide una autorización al señor Obispo para prorrogar el mandato de Gálvez Galocha, ya que los Estatutos solo contemplan ocho años como máximo para ostentar la dirección de la Hermandad; el señor Gálvez se presenta a las elecciones al cargo y resulta reelegido, cumpliendo su tercer mandato. Esta tercera y última gestión de Gálvez culminará con fuertes lazos de amistad con la Hermandad Filial del Rocío de Córdoba, regalando su Junta de Gobierno a la Hermandad de la Paz, una pequeña efigie de la Madre Almonteña en marfil y plata, que la Hermandad gustosamente entroniza año tras año en la calle central de la candelería del Paso de Palio.