Cuadrilla de Hermanos Costaleros

Pocos son los elementos históricos con los que se cuenta en la Hermandad para constatar las raíces de las cuadrillas de costaleros tanto del Paso de Palio como de Misterio. El documento más antiguo del archivo de la Hermandad que hace referencia a este asunto se trata de un contrato con fecha 23 de marzo de 1942, segundo año en el que nuestra Titular recorre las calles de Córdoba y en el que se produce el estreno de su primer palio. En el mismo, Bartolomé González González, «como encargado de los faeneros que llevarán el paso de la Santísima Virgen» se compromete a aportar treinta y seis hombres para portar el paso; a los cuales no se les permitía, entre otras cosas, «realizar sus necesidades bajo el paso», por lo que cobró la cantidad de 825 pesetas. Además de la prestación en dinero, a cada hombre se le dieron 2 arrobas de vino. Rafael Monroy sería su ayudante.

En 1944 procesiona por primera vez Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, portado por 15 faeneros para todo el itinerario y sobre un paso cedido por la Hermandad de la Expiración.

A partir de 1946 se producen una serie de cambios, tanto en las personas que van a estar al frente de los pasos, como en la forma de andar de los mismos, ya que se encargará de esta tarea el por entonces Secretario de la Cofradía José Galvez Galocha. Gálvez, de origen sevillano, impregnó el estilo de la ciudad hispalense a la forma de mandar y de llevar los pasos. Él mismo se puso al frente del paso de palio, y Manuel Álvarez Casas hizo lo propio en el Misterio hasta 1961 en que falleció, sucediéndolo en el cargo Miguel Gálvez Jurado.

El siguiente punto en el cual debemos hacer una parada obligada es en el año 1971 en el que Rafael Muñoz Serrano toma el relevo como capataz del Paso de Palio de José Gálvez Galocha, al ser elegido éste Hermano Mayor. Rafael Muñoz crea cuatro años más tarde la primera cuadrilla de hermanos costaleros en Córdoba, en la Hermandad de la Expiración y pocos años más tarde inició esta tarea en la Hermandad de la Paz, pudiendo tomar éste como punto de partida de la actual cuadrilla de costaleros que portan a María Santísima de la Paz y Esperanza.

Rafael Muñoz Serrano dotó a esta cuadrilla de elementos que la han caracterizado hasta la actualidad y que han hecho de su andar uno de los más peculiares y atractivos de la Semana Santa de Córdoba. De igual modo, destacar la labor continuista de su hijo, Rafael Muñoz Cruz, que durante casi dos décadas ha sabido mantener una cuadrilla que combina la experiencia y la juventud a la vez que ha conservado algunos signos de identidad que en su día introdujo su padre y que definen el caminar de Nuestra Titular por las calles de Córdoba

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