Culminado 1944, se realizaron cambios en la Directiva de la Hermandad, pasando a ser Hermano Mayor don Antonio Caballo Jiménez, tras permanecer cinco años en el cargo don Juan Calero Cantarero. Se cierra así el capítulo fundacional de esta Hermandad, que enfilaba ya con paso firme años de ilusión y fervor en el corazón de la ciudad.
La sucesión en el cargo de Hermano Mayor fue fructífera para terminar la obra comenzada por don Juan Calero, dándole Caballo Jiménez un gran empuje económico y adquiriendo la Hermandad un carácter intelectual y cultural, promoviendo el encuentro con la sociedad cordobesa.
Durante este mandato, la Junta de Gobierno estuvo marcada por una impronta “empresarial” muy notable en cada proyecto que se acometía, cuyos resultados se materializaron en el primer paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, estrenado en la Semana Santa de 1946. Igualmente se inicia una nueva candelería para el paso de palio, así como la adquisición de nuevo patrimonio que configuraría el primitivo paso de María Santísima.
Destaca en esta época la preocupación del Hermano Mayor por dotar la Hermandad de una minuciosa preparación espiritual.