Paso de Palio. 2ª Etapa

En la década de los 70 el paso de palio sufre importantes cambios que sin duda traen consigo un engrandecimiento del mismo. Uno de los más importantes, si bien no está relacionado directamente con el palio en sí, es el estreno del «Manto de Ensaladilla» como coloquialmente fue bautizado gracias a su amplia gama de colores que presentaban sus bordados.

Centrados ya en el palio, en 1977 se estrenan los respiraderos, obra del taller de Villarreal. Los trabajos se completarán, por el momento, con las jarras, los varales y la crestería (1979), obras del taller de Manuel de los Ríos, autor de los respiraderos de la Virgen de las Angustias de la Hermandad de los Gitanos o de los varales de la Virgen de los Dolores de la Hermandad de las Penas de San Vicente, ambas de la capital andaluza.

Como se puede observar, se eligen para estos trabajos talleres importantes, que dotan al patrimonio de la Cofradía de un prestigio y buen hacer dignos de una corporación en pleno desarrollo, siendo elementos que han perdurado hasta nuestra época actual.

En esta fotografía contemplamos el paso de palio de la Virgen de la Paz y Esperanza luciendo los diversos enseres por las calles cordobesas. En este caso, la Virgen se asoma a una concurridísima plaza de Capuchinos, recién salida de su templo.

Coincidiendo con el final del mandato de D. José Gálvez Galocha, se produjo la entronización en el paso de palio de María Santísima de la Paz y Esperanza de una imagen de la Virgen del Rocío que presidiría desde entonces la entrecalle de la candelería. Labrada por el orfebre sevillano Manuel de los Ríos, la imagen está elaborada en plata y marfil, con resplandor y corona dorados, midiendo unos sesenta centímetros de altura, incluida la peana.

En la fotografía se observa en primer plano el frontal de los respiraderos labrados en 1972 por Orfebrería Villarreal. El exorno floral, muy sencillo, destacaba por sus tonos blancos y rosas. La candelería, completamente encendida, resaltaba las facciones de la Señora, dispuesta por primera vez en sus andas procesionales en el interior de su sede.